Que me perdonen los Arquitectos y los estudiosos de las construcciones
en la Palestina del Siglo I, por entrometerme en su campo.
Pero luego de visitar Pompeya el año pasado, saqué
algunas conclusiones e ideas para los Pesebres (o Belenes).
Para empezar, Palestina era un dolor de cabeza para Roma.
Ninguna de las provincias era tan levantisca y en ninguna
estallaban tantas revueltas tan seguido. Cuando Heródes
se hizo con el poder, no le costó mucho a los romanos
aceptarlo como aliado, siempre que pudiera apaciguar a un
pueblo tan alebrestado como el judío de la época,
y cobrar los impuestos para la metrópoli.
Que insistieran en un Dios Único no era problema siempre
que pagaran los impuestos al César. Total dentro del
culto a las deidades, en Roma se permitía adorar a
cualquiera oriunda de las distintas regiones conquistadas,
siempre que se reconociera al César como dios vivo.
Por ello no es descabellado pensar que en la Palestina de
esos años, su construcción obedecía a
la de una provincia pobre de labradores y pastores. Su "gran"
construcción era el Templo de Jerusalén.
Pompeya, aunque era una ciudad para vacacionar, había
sufrido un terremoto en el 61 D.C., y si bien algunas construcciones
habían ya sido reparadas para cuando el Vesubio arrasó
con la ciudad, en el 79 D.C. (y la preservó para nuestros
ojos); la economía había hecho modificar la
forma de construir. Muchas casas conservaban las bases de
piedra, algunos pedestales de estatuas también, pero
lo nuevo se hacía con ladrillos, pues eran fáciles
de hacer en cantidad y no requerían de tener canteras
de piedra en las cercanías, ya bastante escasas.
Es así como me encontré
no con arcos hechos de bloques de piedra, sino con ladrillos,
así mismo bases de estatuas con ingeniosos patrones
que hoy denominaríamos "moriscos", por el
entrelazado en zigzag de los mismos.
En Roma, el famoso "Coliseo" (Anfiteatro Flavio)
también estuvo construido con adobes a los que luego
le adosaron piezas de mármol para embellecerlo.
¿Si eso se estaba haciendo en la península "itálica",
que no sería lo que en esa lejana y pobre provincia
de la Palestina? Siempre me llamó la atención
que las ruinas que se conservan en ese territorio solo conservan
las bases de piedra.
Y observando las construcciones medioevales en los pueblos
españoles, encontré una construcción
similar, una base gruesa de piedras sobre la cual se levantan
paredes de ladrillos.
Estas observaciones de un simple
pesebrista inquisitivo, que cuando viaja, piensa en que nueva
experiencia puede aplicar para su labor, hicieron que replanteara
la forma en que estaba haciendo los Pesebres. Así a
partir de este año 2013, nuestros arcos trataran de
representar el arco romano de adobes. Y en las columnas el
uso de mármoles.
Por otra parte, y luego de participar el año pasado
en el Primer Encuentro de Pesebristas en Medellín,
Colombia; descubrí una forma de realizar las piedras
para los mismos. Aunque la información fue vaga y superficial,
me impactó la impresión de realidad de los resultados
que mostraron. Al regreso a Venezuela me puse a investigar
y gracias al Sr. Google, encontré los elementos necesarios
para obtener unas piedras con apariencia casi real. Así
en los nuevos modelos del 2013 tanto las piedras, como los
ladrillos que se descubren en las roturas de las paredes,
están hechos con este procedimiento de Poliuretano
expandido, vaciados en un molde previamente elaborado a partir
de piezas reales. No es un procedimiento sencillo, y si muy
laborioso, pero ante los resultados vale la pena haberlo intentado.
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