Por
fin estamos de nuevo en las vísperas navideñas
y que los belenistas estamos todo el año deseando que
lleguen para montar nuestros belenes.
Dicen que cada vez se adelanta más la Navidad. Creo
que es verdad, pero es que los seres humanos estamos tan hartos
de los problemas de cada día, y este año mucho
más por la dichosa crisis, que estamos deseando que
aunque solamente sea por unos días y alguna vez ficticiamente,
vivamos con ese espíritu de paz y amistad que nos inspira
la Navidad. Por eso creo que cada año estamos deseando
que venga cuanto antes para meter la cabeza debajo de tierra
olvidarnos de nuestros problemas y creer que estamos en otro
mundo lleno de felicidad.
Los belenistas creo que tenemos la gran suerte de que estamos
pensando en la Navidad durante todo el año por medio
de nuestros preparativos de nuestros belenes. A mediados de
Noviembre yo ya empece a montar mi belén y ya estoy
totalmente metido en nuestro mundo particular.
Este año dispongo de pocas construcciones nuevas y
porque las que he hecho durante el año para mí,
he tenido la suerte de venderlas a otros amantes de los belenes,
por lo que cuento con poco material para realizar el belén
de este año y he tenido que desarrollar más
la imaginación y darle más protagonismo al paisaje
que a la arquitectura.
En primer lugar pensé que este año debía
por fin construir un río con agua natural. Disponía
ya de una pequeña fuente pero esta vez quería
también que el agua corriera por el belén.
En primer lugar localice un gran tocho de poriespan de unos
20 cm. de grueso y lo corte diagonalmente 10 cm. por encima
de las esquinas. Es decir, lo corte realizando dos trapecios,
con la intención de unir el uno con el otro y así
construir una gran rampa por decirlo así. En la parte
superior de la rampa le hice hueco para alojar el cauce del
río y lo cubrí con plástico fuerte bien
pegado con silicona pues esta es más pegajosa que la
cola de contacto y así puedes moldear mejor el plástico
sobre el corcho.
Después pinte todo el plástico con pintura aislante
de las terrazas y recién pintada la cubrí con
arena para darle rugosidad. Una vez seco lo oscurecí
con betún de judea y volví a darle otros tonos
de ocres claros para darle el aspecto adecuado. Por el cauce
le pegue varias piedrecillas y musgo para que la decoración
quede perfecta.
En la parte inferior al final de la rampa le pegue un recipiente
donde alojar la bomba de agua y para que hiciera el papel
de estanque que también cubrí con piedras de
río, musgo y cortezas de árbol. La tubería
por la que asciende el agua la incruste al lateral del poriespan
haciendo que saliera en la parte superior de la rampa.
Y así esta rampa encajonada en el resto del relieve
hacen posible la apariencia de una montaña en la que
va bajando el río hasta llegar al pueblo de belén.
Una buena decoración con musgo, serrín cortezas
de árbol y piedra natural hacen un efecto verdaderamente
bonito.
El relieve de la montaña esta construido a base de
banastas de las fruterías y cajas de poriespan de pescado.
Las cuales coloque en el lateral del belén con la cavidad
hacia fuera con la intención de adecuar en su interior
las cuevas para los pastores. Estas cuevas las forre tanto
el interior como el exterior con cortezas de y las grietas
las decore con líquenes dando un aspecto estupendo.
En estas cuevas iluminadas con sendas bombillas descansa el
ganado de los pastores y fue un lugar perfecto para acomodar
el ángel que les dio la buena nueva a los mismos.
Para
un río tan largo se necesitaban puentes para pasar
de un lado a otro así que tuve que hacer dos de ellos
de distintos tamaños que se unieron a los otros dos
que ya disponía. Los puentes los realice con el poriespan
que me sobro de la rampa del río en una sola pieza.
Recorte la silueta con el cortador eléctrico y les
talle las piedras todo alrededor y seguí la misma técnica
habitual. Pintado con escayola-cola. Una vez seco otra capa
de cola, betún de judea para envejecer y oscurecer
las grietas hechas con el soldador y por ultimo pintado con
una esponja a base de ocres claros y oscuros para darle es
aspecto de piedra. Todo ello decorado con musgo o líquenes
y quedan perfectos.
El resto del belén tiene como principal motivo el portal
con la sagrada familia situado a las puertas del pueblo y
al lado de un pozo y un lago hecho de agua artificial.
En
el boletín os enseño un reportaje de fotos más
completo de todo el conjunto. Espero que os guste.
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