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Mi belén 2008






Por fin estamos de nuevo en las vísperas navideñas y que los belenistas estamos todo el año deseando que lleguen para montar nuestros belenes.

Dicen que cada vez se adelanta más la Navidad. Creo que es verdad, pero es que los seres humanos estamos tan hartos de los problemas de cada día, y este año mucho más por la dichosa crisis, que estamos deseando que aunque solamente sea por unos días y alguna vez ficticiamente, vivamos con ese espíritu de paz y amistad que nos inspira la Navidad. Por eso creo que cada año estamos deseando que venga cuanto antes para meter la cabeza debajo de tierra olvidarnos de nuestros problemas y creer que estamos en otro mundo lleno de felicidad.

Los belenistas creo que tenemos la gran suerte de que estamos pensando en la Navidad durante todo el año por medio de nuestros preparativos de nuestros belenes. A mediados de Noviembre yo ya empece a montar mi belén y ya estoy totalmente metido en nuestro mundo particular.

Este año dispongo de pocas construcciones nuevas y porque las que he hecho durante el año para mí, he tenido la suerte de venderlas a otros amantes de los belenes, por lo que cuento con poco material para realizar el belén de este año y he tenido que desarrollar más la imaginación y darle más protagonismo al paisaje que a la arquitectura.

En primer lugar pensé que este año debía por fin construir un río con agua natural. Disponía ya de una pequeña fuente pero esta vez quería también que el agua corriera por el belén.







En primer lugar localice un gran tocho de poriespan de unos 20 cm. de grueso y lo corte diagonalmente 10 cm. por encima de las esquinas. Es decir, lo corte realizando dos trapecios, con la intención de unir el uno con el otro y así construir una gran rampa por decirlo así. En la parte superior de la rampa le hice hueco para alojar el cauce del río y lo cubrí con plástico fuerte bien pegado con silicona pues esta es más pegajosa que la cola de contacto y así puedes moldear mejor el plástico sobre el corcho.

Después pinte todo el plástico con pintura aislante de las terrazas y recién pintada la cubrí con arena para darle rugosidad. Una vez seco lo oscurecí con betún de judea y volví a darle otros tonos de ocres claros para darle el aspecto adecuado. Por el cauce le pegue varias piedrecillas y musgo para que la decoración quede perfecta.

En la parte inferior al final de la rampa le pegue un recipiente donde alojar la bomba de agua y para que hiciera el papel de estanque que también cubrí con piedras de río, musgo y cortezas de árbol. La tubería por la que asciende el agua la incruste al lateral del poriespan haciendo que saliera en la parte superior de la rampa.






Y así esta rampa encajonada en el resto del relieve hacen posible la apariencia de una montaña en la que va bajando el río hasta llegar al pueblo de belén. Una buena decoración con musgo, serrín cortezas de árbol y piedra natural hacen un efecto verdaderamente bonito.






El relieve de la montaña esta construido a base de banastas de las fruterías y cajas de poriespan de pescado. Las cuales coloque en el lateral del belén con la cavidad hacia fuera con la intención de adecuar en su interior las cuevas para los pastores. Estas cuevas las forre tanto el interior como el exterior con cortezas de y las grietas las decore con líquenes dando un aspecto estupendo. En estas cuevas iluminadas con sendas bombillas descansa el ganado de los pastores y fue un lugar perfecto para acomodar el ángel que les dio la buena nueva a los mismos.





Para un río tan largo se necesitaban puentes para pasar de un lado a otro así que tuve que hacer dos de ellos de distintos tamaños que se unieron a los otros dos que ya disponía. Los puentes los realice con el poriespan que me sobro de la rampa del río en una sola pieza. Recorte la silueta con el cortador eléctrico y les talle las piedras todo alrededor y seguí la misma técnica habitual. Pintado con escayola-cola. Una vez seco otra capa de cola, betún de judea para envejecer y oscurecer las grietas hechas con el soldador y por ultimo pintado con una esponja a base de ocres claros y oscuros para darle es aspecto de piedra. Todo ello decorado con musgo o líquenes y quedan perfectos.









El resto del belén tiene como principal motivo el portal con la sagrada familia situado a las puertas del pueblo y al lado de un pozo y un lago hecho de agua artificial.




En el boletín os enseño un reportaje de fotos más completo de todo el conjunto. Espero que os guste.


 
Colaboración con el boletín de José Luis Sancho de Calamocha (Teruel)
 
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