PASO A PASO - COMO SE CONSTRUYE UNA CARPINTERÍA.
Como
cualquier otro edificio tenemos que tener claro de lo que
vamos a hacer y por eso hay que hacer un diseño inicial
de la carpintería. Después de muchos bocetos
elegimos el que más nos guste o se ajuste a lo que
queremos. En este caso he elegido un boceto que incluye la
sala principal donde la adaptaremos como taller con tejado
con cúpula, a la izquierda un pequeño habitáculo
más alto que el anterior con tejado de teja y a la
derecha un pequeño porche.
Una vez elegido este boceto, tenemos que ir dibujando una
a una las piezas que recortaremos sobre el poriespan.
Para no liarnos cogeremos la primera parte y dibujaremos,
el frontal, el trasero, el techo y los dos laterales. Así
con las dos partes principales de la carpintería.
Cogiendo como referencia la medida de la figura que vamos
a colocar en la carpintería, iremos poniendo las medidas
en cada pieza.
En este caso como la figura del carpintero mide 15 cm, las
puertas las he hecho de 20 cm. y la altura del taller de 25
cm. Según cuanto mida la figura que queramos colocar
deberemos distribuir a escala el resto de las medidas de las
piezas.
Una
vez que tenemos claro lo que vamos hacer y tenemos hecho el
plano con todas las piezas que tenemos que preparar, debemos
ir dibujando estas piezas sobre las planchas de poriespan.
Este es el típico corcho blanco, que se puede comprar
en planchas en los almacenes de albañilería,
pero yo prefiero utilizar las cajas que emplean en las pescaderías.
Este corcho esta más condensado y es más fuerte
que el otro, y por supuesto ayudamos a reciclar y naturalmente
nos resulta más barato.
Cuando tengamos todo dibujado sobre estas piezas tenemos que
ir recortándolas. Se puede hacer con un cortador eléctrico
y así se evita llenar todo de las típicas y
desagradables bolitas de corcho difíciles de recoger,
pero si no se dispone de él, se puede hacer con un
simple cúter, pero eso sí aconsejo que la cuchilla
sea nueva para que los cortes sean más limpios.
Después que tengamos todo cortado con los huecos de
puertas y ventanas correspondientes, tenemos que tallar las
paredes que queramos que den aspecto de piedra, en este caso
los de la propia carpintería y los pilares del porche.
Esto lo haremos con un soldador pequeño.
También
tenemos que cortar unos trocitos de corcho pequeños
para colocarlos en las puertas y ventanas de la vivienda cuya
pared la dejaremos lisa. Haremos unos trocitos completamente
cuadrados o rectángulos y otros en forma de trapecio
para el arco de dichas puertas y ventanas. Y le iremos pegando
con cuidado en su lugar con silicona. En la ventana también
colocaremos una repisa.
Una vez que tengamos todo tallado y todas las ventanas y puertas
con sus piedras correspondientes nos dispondremos ya al ensamblado
de todas las piezas.
Anteriormente habremos recortado un trozo de chapa de madera
de la medida correspondiente que nos hará el papel
de suelo. Y en este suelo iremos pegando ya en su lugar todas
las piezas menos el tejado de la carpintería, que lo
dejaremos sin pegar para una vez pintado poder decorar el
interior con más facilidad.
El suelo del taller lo tallaremos también para simular
baldosas y recortaremos la forma de la peana de la figura
para incrustarla una vez terminado.
Para todo este pegado como ya he comentado utilizaremos silicona
blanca o mejor transparente. La cola de contacto aunque sea
también utilizable, tarda mucho en secarse, sin embargo
la silicona adhiere con rapidez y nos facilita muchísimo
el trabajo.
El porche lo hemos realizado con dos pilares simulando piedras
y tres travesaños también tallados para dar
el aspecto de madera.
El
tejado de la vivienda lo haremos con tejas, y para ello utilizaremos
un tubo de goma o plástico. Yo he utilizado una goma
similar a las antiguas de butano. He cortado trocitos aproximadamente
de 3 centímetros y los he cortado a su vez por la mitad
como se ve en la fotografía. Este tejado tiene dos
vertientes por lo que se tienen que hacer independientemente,
primero la una y luego la otra. Se coloca primero la primera
línea de tejas en la parte de abajo del tejado, cuidando
sobresalgan las tejas un centímetro aproximadamente.
Y luego se irán colocando línea a línea
de tejas una encima de la anterior. Esto también se
debe de hacer con silicona. Es tan pegajosa que se adhieren
fácilmente. La cúpula del taller la hago con
una boya de fontanería que en las ferreterías
puedes encontrar de varias mediadas y la partimos por la mitad.
Posteriormente,
una vez que este la silicona totalmente seca y hayamos pegado
todos los detalles necesarios, como en este caso las vigas
de madera que sobresalen de ambos tejados, haremos una mezcla
de escayola y agua que quede algo liquida y la mezclaremos
con pintura. Con ello alargamos el tiempo de secado de la
escayola y así nos facilita el forrado completo de
la maqueta con un poco más de tranquilidad. Si se realiza
sin pintura, la escayola muere muy rápidamente y no
se puede hacer el trabajo. El tejado del taller también
lo pintaremos con esta mezcla pero sin estar pegado al resto
de la maqueta.
Al
día siguiente cuando este todo seco, le daremos una
capa con nogalina. La nogalina se vende en unos sobrecitos
de polvo que tendremos que mezclar con agua para hacer la
mezcla perfecta que cubrirá todas las grietas de la
maqueta, para oscurecer sobretodo las paredes de piedra y
las vigas de madera que ya dejaremos con este color.
Y mi secreto principal de todos mis trabajos es lo que vamos
a hacer a continuación.
Cuando empece a construir mis belenes, siempre tenía
el problema de que la escayola siempre se rompía con
mucha facilidad, pues la capa que se ponía era muy
fina y sobretodo en las cúpulas, pues estas al ser
de plástico no adhería la escayola y se agrietaban
y se rompían.
Así que descubrí que una vez bien secado todo
si volvía a pintar toda la maqueta con una capa de
cola luego adquiría una dureza perfecta.
Entonces debemos de coger un bote de cola y mezclarla con
un poco de agua caliente para poder distribuirla mejor, pintamos
todo con la cola y dejarla secar 24 horas y se quedara perfecta
para empezar ya a pintar todo el conjunto.
El tejado de teja y el suelo del taller lo haremos con un
color entre marrón y rojizo. Daremos un color más
oscuro primero y luego otro suavemente más claro, pero
procurando no tapar las grietas que se han quedado oscurecidas
por la nogalina.
La pared del taller y las piedras de los arcos de la puerta
y la ventana las pintaremos también con un color ocre
primero y luego otro más claro después, también
procurando no tapar las grietas.
El resto de las paredes, el interior del taller así
como el tejado con la cúpula, irán de blanco
y dejaremos las vigas de madera con el color que ha quedado
al aplicar la nogalina. Después se pueden hacer manchas
de humedad o diversos detalles con los que queden más
envejecidas las paredes, sobre todo las pintadas de blanco.
En
la entrada de la vivienda, así como en la del taller
a través del porche tendremos que poner puertas. Estas
puertas las realizaremos con madera de balsa, que conseguiremos
de las banastas de fruta que tiran a la basura en los mercados.
Las dibujaremos, las recortaremos con un cúter y le
haremos unos cortes longitudinales a lo largo de la madera.
Después pegaremos unos pequeños travesaños
tanto en la parte de arriba como en la de abajo. Para decorarla
o bien le pintamos con un rotulador los clavos o como yo hago
con silicona negra le voy poniendo unos puntitos y dibujare
con la silicona unas bisagras.
Una vez seco le daremos una capa también de nogalina
y en el caso de haber hecho los clavos con silicona negra,
se rozan con un poco de pintura dorada o metálica.
El porche lateral lo realizaremos también con madera
de blasa, la cual pintaremos también con nogalina y
la cortaremos en trocitos cortados vastamente con la mano,
según la medida que necesitaremos.
En esta ventana del porche así como la grande del frente
la cerraremos con rejas que haremos simplemente con palillos
largos que se pueden comprar en los comercios chinos, a los
que daremos previamente una capa de pintura tipo bronce, o
cobre. También se pueden pintar de negro y darles unas
manchitas de ocre rojo simulando el oxido del hierro. El resto
de las ventanas que no queramos que se vea el interior las
podemos cubrir con una tela de saco que deje entrar o salir
la luz, o con una tela convenientemente a rayas como las telas
que utilizan los palestinos.
El suelo de madera de la maqueta lo pintaremos con cola y
le pondremos una capa de arena blanca, una vez seca retiraremos
la arena que no se haya pegado.
Y una vez que tenemos todo esto hecho e introducido la luz
con una bombilla pequeña de 15 w. de las de tipo de
frigorífico, llega lo más divertido, la decoración.
Aquí podemos hacer todo lo que nuestra imaginación
nos de. En el tejado del porche colocamos alguna piedrecita
como si sujetaran los tableros y algo de vegetación
con musgo o liquen artificial.
En el interior colocamos la figura en su lugar y pegamos con
silicona todo el cerco tapándolo con serrín.
Colocamos tablitas de varias medidas por todo el taller y
un apartado especial merecen las herramientas que se pueden
hacer muy sencillamente con alambres, y palitos simulando
limas, destornilladores y demás herramientas.
Se martillea bien un alambre hasta conseguir aplastarlo y
por otro lado se coge una ramita fina de cualquier árbol,
si se hace en verde se maneja mejor, se pela y se corta por
la mitad y como si fuese un bocadillo se coloca un trozo de
rama, el alambre chafado y el otro trozo de rama, así
puedes hacer de todas formas y medidas. Para la sierra yo
he conseguido una chapa fácilmente manejable y que
se puede cortar con las tijeras. Se dibuja la hoja, se recorta
y se ponen los mangos como he comentado anteriormente. Y así
todas las herramientas que se te puedan ocurrir. Y así
es como me ha quedado a mí.
Para
finalizar decoraremos con algo de vegetación, con líquenes
y con lo que se nos ocurra. Este es el resultado final.
|