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LAS FUENTES JUDÍAS SOBRE LA EXISTENCIA
HISTÓRICA DE JESÚS DE NAZARET,
EL HIJO DE YAHVÉH-DIOS HECHO HOMBRE.


-LAS FUENTES JUDÍAS SOBRE LA EXISTENCIA HISTÓRICA DE JESÚS DE NAZARET,
EL HIJO DE YAHVÉH-DIOS HECHO HOMBRE-

JOSÉ MARÍA MANUEL GARCÍA-OSUNA Y RODRÍGUEZ
(DOCTOR EN HISTORIA ANTIGUA Y MÉDICO DE FAMILIA)

A.- FLAVIO JOSEFO-
El autor nacería en Jerusalén en el año 37 d. C., en el seno de una familia aristocrática de raigambre sacerdotal. En su juventud sería fariseo y se encargaría de liderar la revuelta (año 66 d. C.) contra el procónsul, y luego emperador de Roma, Vespasiano (9-69-79 d.C.), en las tierras de la región de la Galilea. Al ser cogido prisionero se transformó en augur y predijo que el generalísimo romano llegaría a emperador, por lo que la familia del nuevo emperador, los Flavios, lo protegerían y él lo agradecería poniéndose el sobrenombre de "Flavio". En la caput, Roma, del Imperio Romano escribiría, en lengua griega, sus obras: "?st???a ???da???? p???µ?? p??? ??µa???? o De Bello Iudaico o La Guerra Judía", que primero había sido escrita en lengua aramea, y "???da??? ???a?????a o Antiqutates Iudaicae o Antigüedades Judías" y será en esta última obra donde es mencionado Jesucristo. Se conservan doce manuscritos griegos, desde el siglo XI, y una traducción latina más antigua (de los siglos V-VI). Flavio Josefo moriría hacia el año 100 d. C., y siempre justificaría los motivos y las causas de la guerra de los judíos contra los romanos, cargando todas las culpas de la concusión sobre el debe de los zelotas y de los saduceos, no teniendo el más mínimo problema en descargar, a los fariseos, de cualquier tipo de fobia antirromana; a pesar de ello, muchos de sus antiguos conmilitones fariseos lo van a acusar de colaboracionista y, por consiguiente, de traidor al pueblo de Israel, mientras que, por el contrario, va a ser muy apreciado por los cristianos, como soporte en sus continuos enfrentamientos religiosos por causa de la defensa de Jesús de Nazaret, contra los judíos, hasta la Edad Media.

En tres textos de las ya citadas Antigüedades Judías, escribe sobre lo que nos concierne a los cristianos. En el primero se refiere con amplitud a Juan el Bautista; en el segundo escribe sobre la muerte violenta de Santiago el Justo (primer obispo de Jerusalén), el hermano de Jesucristo o del Señor, que debe ser diferenciado de Santiago el Mayor (hijo de Zebedeo y hermano de san Juan el Evangelista) y del apóstol Santiago el Menor (hijo de Alfeo y hermano de Judas Tadeo), y en el tercero ya habla directamente de Jesús y se lo denomina como "Testimonium Flauianum·". En el caso de Santiago, Flavio Josefo manifiesta que en el año 62 d. C., cuatro años antes de que los judíos se levantasen contra el Estado del SPQR ("Senatus Populusque Romanus"), en la Primera Guerra Judía, el Sumo Sacerdote de aquel momento que se llamaba Anán y el Gran Consejo de los Judíos o Gran Sanedrín de Jerusalén van a condenar a muerte a Santiago y, a la par, a algunos de sus seguidores más eximios. "[Anán] convocó a los jueces del Sanedrín y ordenó que llevaran ante ellos al hermano de Jesús, al que llaman Mesías [Ungido, ???st?? en griego, o Christos con caracteres latinos], cuyo nombre era Santiago, y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la Ley y los entregó para que fueran lapidados. Antigüedades, 20, 200". El texto es muy riguroso y no se observa ningún tipo de intervención de los cristianos, ya que Santiago no es denominado como "hermano del Señor", que era lo que era habitual en el hacer cotidiano de la comunidad de los primeros seguidores del Cristo-Dios, sino únicamente como "hermano de Jesús". Jesucristo es citado como la aclaración más pública y notoria sobre quien era Santiago. Flavio Josefo cualifica a Jesús de Nazaret como: "Jesús, al que llaman Mesías/Cristo", para que pueda ser diferenciado de otros hebreos que llevaban ese mismo nombre, Jeshua en arameo; Jeshú en el dialecto de los galileos; ambas abreviaciones lo son de la forma sustantiva plena que era Jehoshua o Jahvéh-Dios salva o Salvador. Por medio del texto citado, se puede comprender que Flavio Josefo es ecléctico, volcado un poco hacia el lado positivo sobre la figura de Jesús de Nazaret. Para el autor judío, la lapidación de Santiago fue absolutamente ilegal, ya que el ius gladii o derecho a ejecutar penas o sentencias de muerte era sola y exclusivamente de los romanos, y por ello muchos de los fariseos se posicionarían en contra de ese crimen.

El otro texto, en el que Flavio Josefo cita a Cristo presenta una mayor controversia y a pesar de que es citado íntegramente por todos los manuscritos de las Antigüedades Judías, y también lo cita el historiador cristiano Eusebio de Cesarea (260-339 d. C.), presenta algunos problemas para que se pueda aceptar ad integrum como procedente de la pluma del escritor israelita, que nos ocupa. Tras la Reforma Protestante de Martín Lutero (1483-1546), algunos exégetas o intérpretes de textos han considerado que todo el texto era una interpolación posterior interesada de los cristianos, pero aunque algunas frases son claramente cristianas, el lenguaje y los contenidos de la mayor parte del texto son del propio autor judío, ya que no tienen nada que ver con lo que un autor cristiano podría haber escrito sobre el Cristo-Dios. Por todo ello se ha llegado a la conclusión de que el texto es de Flavio Josefo con algunas interpolaciones de los seguidores de Jesucristo, que he subrayado en el escrito. "En aquel tiempo [mientras Pilato era prefecto del pretorio] apareció Jesús, un hombre sabio [S?f?? ???? o sofos anèr], si es que realmente es lícito llamarlo hombre. Él, en efecto, fue alguien que llevó a cabo hechos sorprendentes [paradoxòn], un maestro de personas que acogen con agrado lo que es cierto [taléthé]. Y se ganó a muchos que eran judíos y también a muchos de origen griego. Él era el Mesías [khristos]. Y aunque Pilato, por una acusación de nuestros dirigentes, lo condenó [a morir] en la cruz, los que lo habían amado anteriormente no dejaron de amarlo. El tercer día se les apareció vivo otra vez. Los profetas de Yahvéh-Dios habían profetizado eso y muchísimas otras maravillas sobre él. Y hasta el día de hoy la estirpe [fylon] de los cristianos, llamada así por causa de él, no ha desaparecido. Antigüedades, 18, 63-64". Como he indicado con anterioridad he subrayado los añadidos, aceptados por todos los historiadores, que provendrían de los cristianos. El texto auténtico se parece, notablemente, a la cita de dicho Testimonium Flauianum que se puede leer en la traducción árabe de la Historia Universal del Cristianismo que escribiese el obispo Agapios de Hierápolis en el siglo X, rescatado por el historiador judío S. Pines: "[Flavio] Josefo dice […] que en esta época hubo un hombre sabio que se llamaba Jesús, que se comportó bien durante su vida y fue conocido como un hombre virtuoso. Muchos judíos y mucha gente de otras naciones se hicieron discípulos suyos. Y Pilato lo había condenado a la crucifixión y a la muerte, pero los que se habían hecho discípulos suyos no dejaron de serlo (o bien no dejaron de predicar su doctrina) y explicaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Y tal vez por eso (según ellos) era el Mesías de quien los profetas habían dicho cosas maravillosas". Por ello se puede colegir que las interpolaciones cristianas se ven reflejadas en: a) en la consideración de la divinidad para Cristo; b) en que es el Mesías de Israel y c) en que resucitó de entre los muertos, tal como habría sido anunciado por los profetas hebreos del Antiguo Testamento. Pero si se expurgan esas partes, se observa que Flavio Josefo manifiesta una evidente simpatía hacia los seguidores de Jesús de Nazaret. Para él, Jesucristo era un "hombre sabio"; acepta sus milagros y refiere que enseñaba "doctrina" entre las gentes del momento en que vivió, tanto para los israelitas como para los griegos; Cristo sería acusado por los dirigentes religiosos de los judíos de la época y condenado, por consiguiente, por el prefecto del pretorio, el caballero Lucio Poncio Pilato, a morir en la cruz: "Ibis ad crucem" [¡Irás a la cruz!]; los cristianos mantendrían y perpetuarían su doctrina y su recuerdo.


B.- FUENTES RABÍNICAS-
Para los rabinos o maestros de la ley judía, Jesús de Nazaret es un embaucador, por lo que se van a referir a él desde la perspectiva del rechazo más absoluto y, luego le van a dedicar el silencio y el olvido totales. Por ejemplo, tanto en la Misná que es la parte central del Talmud (que recoge las diatribas sobre las leyes, las tradiciones, las costumbres, las historias y las leyendas) o tradición oral hebrea y que son dos: el de Jerusalén y el de Babilonia, como en la Tosefta o fuente legal de la literatura rabínica, no existe ni una sola referencia a Jesús, mientras que en la Guemara o comentarios o análisis literarios de la Misná, las referencias a Cristo destacables son mínimas, en este último caso se refieren a dos baraitot o dos tradiciones antiguas incorporadas al tratado Sanhedrín del ya mencionado Talmud de Babilonia, que sería escrito hacia finales del siglo V d. C., pero cuyos datos podrían proceder del siglo II d. C. La primera manifiesta que: "La vigilia de la fiesta de Pascua, Yeshu [=Jesús], el Nazareno, fue colgado. Durante los cuarenta días anteriores a su ejecución, un pregonero fue anunciando: "Yeshu, el Nazareno, está a punto de ser apedreado porque ha practicado la magia, ha seducido y ha descarriado a Israel. Todos los que quieran decir algo en su favor, que se presenten y que lo manifiesten". Pero puesto que no hubo ninguna declaración en su favor, fue colgado la vigilia de Pascua. Ulá replicó: "¿Crees, pues, que se debería haber buscado a alguien que lo defendiera? Fue alguien que llevó al engaño, de quien [Yahvéh-Dios], el Misericordioso, ha dicho: 'No te apiades de él ni lo encubras'. Sin embargo, el caso de Yeshu fue distinto, ya que [su caso] estaba vinculado con el Gobierno [romano]". Tratado Sanhedrín-43a". Se describe a Jesús de Nazaret como a un individuo pernicioso y que fue ejecutado antes de la Pascua judía (el vocablo "Pascua" proviene del verbo hebreo que significa "saltar, omitir, pasar de largo", tal como hizo el Ángel de la Muerte, Asrael, cuando eliminó de la faz de la tierra a todos los primogénitos de Egipto en el momento del Éxodo), aunque se indica que fue, curiosamente, apedreado y luego colgado, pero se manifiesta que hacía milagros o taumaturgia, y que, con todo ello intentó descarriar al pueblo judío, por medio de sus engaños. Por todo ello, los rabinos judíos van a justificar con toda nitidez la condena romana a la muerte en la cruz.

En la segunda baraita se sigue descalificando a Jesús de Nazaret, aunque en ella ya se vislumbran las reiteradas polémicas existentes entre los cristianos y los judíos. "Un día el Rabino Yoshua recitaba el Shemá [la oración diaria de los judíos] cuando Yeshu [=Jesús] fue a su encuentro. Él se mostró dispuesto a recibirlo y le hizo un signo. Pero [Yeshu], pensando que lo rechazaba, tomó un ladrillo, lo plantó y se prosternó ante él adorándolo. [R. Yoshua] le dijo: "Arrepiéntete". Yeshu replicó: "He aprendido de ti que a todo aquel que peca y hace que los demás pequen no se le concede ningún medio para arrepentirse". Y un Maestro ha dicho: "Yeshu, el Nazareno, ha practicado la magia y ha descarriado a Israel". Tratado Sanhedrín-107b". En el tratado Gittin del Talmud de Babilonia se reitera, con más odio si cabe, que Jesús fue un falso profeta que apostató de la fe sacrosanta de Israel existente en Dios-Todopoderoso-Yahvéh (se traduce al latín por la absolutez infinita y eterna del "Ego Sum Qui Sum". "Yo-Soy-El-Que-Soy"), haciendo befa y burla de los estudiosos de la religión judía. Jesús de Nazaret es equiparado a otros de los grandes enemigos sacrílegos de Israel como fueron, para la mentalidad de los judíos, el emperador Tito (39-79-81 d. C.) y el profeta Balaán (Números, 22, 23, 24. Balaán va a ser consultado por el rey Balac de Moab como evitar ser eliminado por los israelitas, que ya han hecho lo propio con los reyes Og de Basán y Sehón de Amurru, el profeta consulta a Yahvéh-Dios para que maldiga a los hebreos, pero el Todopoderoso le indica, en sueños, que vaya a ver al soberano moabita y que deje que Él le dicte las palabras, así lo hace y los consejos son favorables a Israel, por ello Moab se irrita terriblemente. Más adelante aconsejará a Israel que se convierta a los dioses de Moab, por lo que será asesinado por los israelitas); y por todo ello, Jesús, va a ser condenado a la oprobiosa, infernal y terrorífica muerte en la cruz. Por otro lado la Torá o Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) conforma las tradiciones escritas de los israelitas.

También, además, se ataca a la línea de flotación del origen del propio cristianismo, como es lo referente a la nacencia virginal del propio Jesucristo, evangelio donde se aceptaba el hecho sin la intervención de su padre putativo José. El relato malévolo y tendencioso se encuentra en el tratado Shabbat del Talmud de Babilonia, donde Jesús de Nazaret es presentado como el hijo de una tal Miriam, a la que se califica de peluquera de mujeres, ya "que peinaba la cabellera de las mujeres", y de su amante legionario romano llamado Pandera-Panthera. Algo muy parecido va a escribir un filósofo y polemista anticristiano, del siglo II d. C., llamado Celso y que Orígenes (185-254 d. C. Exégeta y teólogo alejandrino cristiano) va a citar en su "Libro contra Celso": "La madre de Jesús de Nazaret fue repudiada por el carpintero con el que estaba unida en matrimonio, porque fue hallada culpable de adulterio, ya que había concebido de un soldado romano llamado Panthera". Con todo ello, los enemigos del Cristo-Dios van a pretender contrarrestar las afirmaciones de los textos evangélicos de san Mateo y de san Lucas sobre el nacimiento terrenal virginal del Logos o Hijo de Yahvéh-Dios hecho hombre. "Ibis ad crucem; crudelissimum teterrimumque supplicium et seruile supplicium".

-FUENTES-
-Flavio Josefo (edición de 1997. J. Vara Donado): Antigüedades Judías. Akal.
-Publio Suetonio Tranquilo: Vida de los Doce Césares. Juventud.
-Publio Cornelio Tácito: Anales. Alianza.


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-CURRICULUM VITAE-
(De la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MÉDICOS ESCRITORES Y ARTISTAS. ASEMEYA. Madrid)
(Historiador-Colaborador de la FUNDACIÓN GUSTAVO BUENO. Oviedo)
(Historiador de HISTORIA-16. Madrid)
(De la ASOCIACIÓN CULTURAL PROCULTO. Toro)
(De la ASOCIACIÓN CULTURAL DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE GALICIA. La Coruña)
(De la ASOCIACIÓN CULTURAL DEL CENTRO DE ESTUDIOS MERINDAD DE TUDELA. Tudela)
(Del CENTRO DE ESTUDIOS LINARENSES. Linares)
(De la ASOCIACIÓN CULTURAL "ARTE, ARQUEOLOGÍA E HISTORIA". Córdoba)
(De la ASOCIACIÓN CULTURAL PLACENTINA PEDRO DE TREJO. Plasencia)
(De la ASOCIACIÓN CULTURAL DE RAÍCES LACIANIEGAS. Villablino)
(De la ASOCIACIÓN CÁTEDRA-PROMONUMENTA. León)
(De la ASOCIACIÓN CULTURAL DE ARS ET SAPIENTIA. Cáceres)
(Del INSTITUTO DE ESTUDIOS ZAMORANOS, "FLORIÁN DE OCAMPO". CSIC. Zamora)
(De la IMPERIAL COFRADÍA DE ALFONSO VII EL EMPERADOR Y EL PENDÓN DE BAEZA. AÑO 1147. León)
(Del ATENEO DE VALLADOLID, 1872. Valladolid)
(Del INSTITUT D'ESTUDIS GIRONINS. CSIC. Girona-Gerona)
(De la REAL ACADEMIA DE MEDICINA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS. IDE. Oviedo)
(De la SOCIEDAD CULTURAL SAN BARTOLOMÉ DE SAN MARTÍN DEL REY AURELIO. Sotrondio)
(De la REIAL SOCIETAT ARQUEOLÓGICA TARRACONENSE. CSIC. Tarragona)
(VARIAS PUBLICACIONES EN DIALNET-UNIVERSIDAD DE LA RIOJA Y EN REGESTA IMPERII-UNIVERSIDAD DE MAGUNCIA)
(Del CÍRCULO CULTURAL PÉNDULO-PAPELES DE BASTITANIA. UNESCO. Baza)
(Libros publicados: 1º) EL GRAN REY ALFONSO VIII DE CASTILLA, EL DE LAS NAVAS DE TOLOSA-ALDERABÁN; 2º) BREVE HISTORIA DE FERNANDO EL CATÓLICO-NOWTILUS)
(Del CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE GRANADA Y SU REINO. UNIVERSIDAD DE GRANADA. CSIC. Granada)
(Del CENTRO DE ESTUDIOS BENAVENTANOS, "LEDO DEL POZO". CSIC. Benavente)
(Del CENTRO DE ESTUDIOS FENICIOS Y PÚNICOS. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE. CSIC. Madrid)
(Del CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS JEREZANOS. CSIC. Jerez de la Frontera)
(De la ASOCIACIÓN REY ORDOÑO I. Villamejil)
(Del ATENEO JOVELLANOS. 1953. Gijón)

 
Colaboración con el boletín de José María Manuel García-Osuna de León.
 
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