El primer paso consiste en recortar los adoquines y pegarlos
sobre la superficie elegida, dejando un espacio de separación
entre ellos.
En este segundo paso vamos a pintar el suelo y para ello vamos
a aplicar como pintura base el color negro, procurando para
ello aplicarla algo diluida para que penetre bien por las
juntas. Yo recomendaría que la superficie no se quedase
demasiado oscura, para ello extenderemos lo máximo
la pintura. Esto lo digo porque al tratarse de un color oscuro
y puro puede ser un poco más complicado resaltar los
siguientes colores que vamos a aplicar, pero antes de eso
hay que dejar secar la pintura base.
En este último paso vamos a aplicar una vez seca la
pintura base:
1º- Una capa a pincel seco de color marrón óxido.
2º- A continuación sin dejar secar, mezclámos
marrón con un poco de blanco y lo aplicamos sobre la
primera capa tambíen a pincel seco para que se mezcle
y adquiera el tono que se ve en la foto.
3º- Una vez hecho lo anterior, dejamos secar y después
mezclamos un poco de blanco marfil y un poquito de ocre o
marrón y matizamos algunas piedras un poco más
para que el efecto al ver la superficie no sea tan homogéneo.
Sobre lo anteriormente descrito hay que tener en cuenta que
la junta que separa los adoquines no se debe pintar porque
sino, no se distinguiría la separación de un
adoquín de otro.
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