Sobre una plancha de poliestireno de 3 cm. de grosor, marcamos
unas tiras de 3 cm. de ancho por el grosor que son 3 cm. (3x3)
Una vez cortadas las tiras, vamos a cortar unas láminas
de 0.50 mm. El trozo que salga será la baldosa que
vamos a utilizar para el suelo. Si os dais cuenta, las baldosas
no todas tienen la misma medida, por tanto nos vamos a la
operación anterior y cortamos otra tira, por ejemplo
de 2x2 o 3x3 para intercalarla con la más grande.
En esta imágen podéis ver la diferencia de tamaños
que comentaba anteriormente. Una vez hecho esto, vamos pegando
las baldosas sobre un contrachapado. También puede
servir un cartón. Esto nos servirá como base.
Fijaros bien, pues entre baldosa y baldosa dejé una
pequeña separación para tapar la llaga.
Para tapar la llaga utilicé aguaplás, la proporción
del producto con el agua fue al 50 % para que no quedase ni
demasiado aguada ni demasiado espesa y después con
la ayuda de una pequeña espátula. Vamos extendiendo
por toda la superficie para que se introduzca bien por todas
las juntas.
Después de 15 minutos aproximadamente, procedemos a
quitar el sobrante de la superficie con una esponja y veremos
que las juntas se quedaron tapadas como podéis ver
en la foto.
Vamos a proceder a pintar el suelo teniendo en cuenta que
tiene que estar totalmente seco. Para ello como color base,
vamos a utilizar color marrón. También nos puede
valer terracota dependiendo de la oscuridad que queramos dar
al suelo. Esta capa vamos a aplicarla con la pintura un poco
disuelta en agua, no demasiado, solo para que coja color la
primera capa casi como si fueses a pincel seco, pero con la
pintura como decía anteriormente un poco húmeda.
Este sería el resultado. Tened en cuenta que las pinceladas
conviene darlas de izquierda a derecha y de arriba abajo para
que las baldosas vayan tomando color por igual, pero sin llegar
a taparlas del todo.
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