Boletín electrónico de Arte Pesebre
www.artepesebre.com

CONSTRUYAMOS NUESTRO BELÉN


PLANTEAMIENTOS PREVIOS


El primer problema con que nos enfrentamos es el sitio de ubicación y el tamaño que nos permite el espacio disponible e incluso la forma que le daremos. Un segundo problema será el tamaño y número de figuras y escenas con que podemos contar.

Pero sugerimos antes des un vistazo a estas reflexiones que pueden ser útiles de cara a la mejor aceptación intelectual de nuestro belén por parte de quienes vayan a verlo.

Hay conceptos que podemos aplicar a nuestro belén que no son perceptibles por el ojo humano pero que actúan sobre el intelecto de las personas que se acerquen a contemplarlo provocando en ellos sensaciones de agrado o rechazo, de sosiego o de intranquilidad. Si sabemos utilizar estos recursos podemos sacar le mayor partido a nuestro belén, nos habremos planteado nuevos retos y nuestro belén causará una mejor sensación positiva en el espectador.




LECTURA VISUAL

Cuando nos disponemos a ver algo: un escenario de teatro, una sala, un cuadro, una ilustración en alguna revista o valla publicitaria, una página del periódico, una falla o un belén, inconscientemente desplazamos nuestra mirada desde la izquierda hacia la derecha y desde arriba hacia abajo.

Es una costumbre que hemos adquirido desde que empezamos a leer las primeras letras en la escuela.

Nuestra forma de ver cualquier ejemplo de los referidos es dar un primer golpe de vista al espacio total o plano general para luego entrar en detalles y es entonces cuando adoptamos el mismo sentido normal de leer un texto para "leer" en el caso concreto, el belén que hemos ido a ver.

Por ello, es entonces cuando hemos de plantear nuestro belén pensando en cómo será "leído" por los espectadores que se acerquen a verlo.

Ante esta forma normal de lectura podemos plantearnos varias posibilidades:

a) Que lo más interesante esté al final de la lectura, es decir hacia la derecha. Pensemos que en una mascletá o en un castillo de fuegos artificiales, lo fuerte está hacia el final del espectáculo.

b) Que lo más importante lo situemos hacia el centro o quizá algo hacia la derecha, como ejemplo podemos recordar que en un banquete, el plato fuerte viene tras las ensaladas y los entrantes y antes del postre.

c) Que la escena que consideramos a destacar la pongamos hacia la izquierda. ¿Cómo reaccionaría el espectador ante cada posibilidad?

a) Para el primer caso, puesto que lo interesante lo hemos puesto al final, puede quedarse el espectador con ganas de más, y como no hay más, se vaya con la sensación de que falta algo.

b) Segundo caso, el interés va creciendo hasta llegar al punto culminante y desde él (recordemos que estaba hacia el centro y un poco desplazado a la derecha) va decreciendo el interés como buscando una tranquilidad anímica que puede resultar satisfactoria.

c) Al situar la escena-impacto nada más comenzar a leer, desde ese punto empieza a descender el interés y si es mucho el recorrido todavía, puede parecer demasiado largo para lo que aporta todo lo que queda por ver.

Aún así, puede uno plantearse situaciones atrevidas que pueden dar un resultado satisfactorio.

Pero hay más posibilidades de lectura:

Lo mismo que en una página del periódico, primero leemos los titulares más grandes para después seguir leyendo los de menor tamaño, según la importancia-tamaño de los títulos que ha querido dar el periodista, después nos quedaremos con la lectura de la noticia o artículo que nos interese, así en un belén iremos fijándonos primero en las escenas o zonas que destaquen más, bien por la importancia de la escena o bien por la cantidad de luz que la ilumina.

Aquí tenemos dos factores con los que hay que contar: No destaca igual un grupo de pastores como el nacimiento y el otro factor, recordemos, es cuánto hemos iluminado la escena.

Si el belén tiene cierta profundidad, lo normal es que al verlo, además de la lectura de izquierda a derecha, ésta dirección se adopte a cierta distancia, es decir, ni por el fondo, ni por la primera línea, con ello anotamos otro factor.

Si en una página o valla publicitaria hay muchas imágenes o rótulos para anunciar el producto y si además tiene letra pequeña, el mensaje puede resultar farragoso, lo que invita a "pasar" de leerlo todo, quedarnos leyendo algo y olvidarnos de la letra pequeña. Así nuestro belén no debe estar sobrecargado de escenas importantes o destacadas y si ponemos demasiada letra pequeña (demasiadas escenas complementarias o de relleno) hemos de pensar que no serán "leídas" o estaremos dando un mensaje demasiado recargado.

Interesa que el mensaje visual procuremos que sea claro, sencillo y escueto, es decir fácil de leer. Así nos evitaremos que haya zonas que queden por leer o que sean leídas una a una, sin la visión de conjunto necesaria.

Las escenas que queramos destacar porque las consideremos importantes, conviene espaciarlas o distanciarlas entre sí para no restar importancia a ninguna de ellas.




COMPOSICIÓN


Para disponer los volúmenes o las escenas cuando montamos el belén, cuando imaginamos un paisaje o escenario que luego iremos construyendo de alguna forma, la intuición nos guía para que aquello que teníamos previamente en la mente quede lo más perfecto posible y a nuestro gusto.

De alguna forma hemos previsto no amontonar demasiadas cosas en un lado, que la visión de las escenas tenga un orden lógico y una percepción fácil, que no queden zonas de vacío y con todo ello sin darnos cuenta estamos "componiendo" nuestro belén.

Lo que referiremos aquí, serían las normas fundamentales, luego cada uno podrá alterar a su gusto con algún atrevimiento para buscar efectos nuevos o bien de acuerdo con el espacio disponible y los elementos o figuras que tenga para el montaje.

Cuando montamos el belén, hemos dispuesto sobre un plano o plataforma toda una ambientación de un paisaje con montañas, casas, quizá poblados, palmeras, río, muros, barrancos y otros detalles, queda dispuesto así un escenario en el que faltarán los protagonistas que serán esos actores inmóviles que son las figuritas.

Todos seríamos capaces de crear con los elementos disponibles ese cuadro en tres dimensiones que es nuestro belén, pero si tenemos en cuenta algunos consejos podríamos mejorar la expresión a través de un lenguaje visual más claro.




NOCIONES BÁSICAS DE COMPOSICIÓN


La palabra en sí significa "PONER CON" y se refiere a cómo disponemos las cosas entre sí y sobre un plano o espacio buscando determinados efectos.

En nuestro caso sería el estudio de la disposición de volúmenes y puntos fuertes o importantes sobre el espacio tridimensional de nuestro belén.

Se suele hablar de EQUILIBRIO, de COMPENSACIÓN DE MASAS, de PESO VISUAL...

Si suponemos una MASA como un volumen grande o una escena con un fuerte contraste lumínico, EQUILIBRIO sería cuando con respecto a un eje central imaginario, una masa se compensa con la otra, ya que el peso visual a ambos lados sería similar, es algo así como una balanza equilibrada.



Simetría perfecta: los volúmenes se corresponden a ambos lados de un eje central.




FORMA DE DISPONER LOS VOLÚMENES


Ante una composición totalmente simétrica como la anterior, podríamos pensar en otra disposición de las masas, una de ellas de menor volumen, pero de contornos muy marcados.



En este caso habría un equilibrio visual en el que se compensa el volumen de la montaña con el juego de palmeras de la derecha.




Ejemplo de composición en zig-zag, se busca un equilibrio de masas y en cierto modo se consigue.



Composición en diagonal




En este caso, si siguiéramos el orden normal de lectura visual y suponiendo mayor altura del barranco en el fondo (A) y sentido decreciente o de bajada hacia la izquierda, tendríamos la sensación de que el barranco viene hacia atrás o nos daría la idea de que estamos subiendo el barranco con la mirada, sería idóneo si en (A) colocáramos el nacimiento.



Sería más lógico que la bajada de desnivel del barranco hacia el punto (B) lo tuviéramos en el sentido normal de lectura visual. Sería idóneo poner una escena importante en el punto (B) que se vería reforzada en importancia ya que sin darnos cuenta, la vista inconscientemente se nos va hacia (B).



Composición en escalera

Sería cuando preparamos un armazón de base con esa forma y disposición paralela a la línea inicial de la base. Aunque disimuláramos muy bien con formas orográficas los desniveles, esta composición nos daría cierta idea de exposición o escaparate de figuras. Sería conveniente romper visualmente la estructura con algún barranco oblicuo o perpendicular a la línea de tierra o buscar algún desnivel que rompa la continuidad de los escalones.





Composición en Equis

Supone cierta simetría, los puntos (A), (B) pueden ser volúmenes montañosos y los (C), (D) igualmente volúmenes de menor tamaño o escenas destacadas.






Composición en UVE

Más que una variante sería una combinación de simetría axial y composición en equis.



Hemos llamado composición en UVE por la similitud del volumen general del belén con dicha letra.



Forma de cono o pirámide


Mostramos a continuación otra forma de disponer nuestro belén. En este caso se puede crear un volumen único y central, da sensación de unidad pero es de dudosa resolución tanto en los ángulos de fondo como en los primeros términos.






Forma concéntrica o de espiral

En el que centramos la atención en un punto importante, quizá el nacimiento y el resto de las cosas (escenas, volúmenes, etc.) los disponemos alrededor de ese punto fuerte, bien en forma concéntrica o en espiral, perdiendo importancia de tratamiento (luz, color, textura, etc.) conforme se alejan de ese punto central.









DESNIVEL DEL PAISAJE


A partir de la base, generalmente plana, conviene huir de un paisaje que dé excesiva idea de plano. Siempre conviene aportarle un desnivel más o menos acentuado según el efecto que se busque y ese desnivel puede serlo de varias formas:


Decreciente hacia el fondo


Favorece la idea de lejanía pero es de más difícil visión, ya que el primer término, más elevado, puede impedir la apreciación de los términos posteriores.







Decreciente hacia la derecha y decreciente hacia la izquierda

En ambos casos habría que resolver la composición pensando en el mayor peso visual que se acumula más en un lado que en otro.

Si seguimos el orden de lectura visual, parece más lógico ir subiendo el nivel conforme se va desplazando la vista hacia la derecha.


Creciente hacia el fondo


Favorece la visión general, es la forma menos atrevida y más convencional de resolver un paisaje.








OTROS CONSEJOS


Conviene al plantear nuestro belén tener en cuenta el volumen general antes de los detalles, o buscando símiles pictóricos, primero deberíamos plantear un cuadro como conjunto antes de pensar en cómo resolver los detalles y con frecuencia operamos al revés y debemos tener en cuenta que una composición en un sentido o en otro puede llevar al espectador unas sensaciones o otras previas a la "lectura" de cada una de las escenas.

En otro orden de cosas, diremos que no es estéticamente agradable el disponer alguna casa, montaña, palmera, río o accidente geográfico que situemos cerca de la línea inicial, ponerlo paralelo ni a la propia línea ni a las verticales que sostienen el celaje por delante. El variar ligeramente el elemento en cuestión buscando cierta oblicuidad, favorece el agrado de la visión.








PLANTA DEL BELÉN


Técnicamente se conoce como planta a la visión de un cuerpo o volumen totalmente desde arriba, es lo que cinematográficamente llamaríamos vista de pájaro y más próximo a nosotros llamaríamos espacio disponible para montar nuestro belén.


Cada uno se adaptará al espacio o lugar disponible para ello, mostraremos varias posibilidades:


Alargada




En profundidad



En ángulo o rincón




En ELE


El más idóneo, si se pretende conseguir mayor efecto de profundidad, es el segundo o al menos de planta cuadrada. Tiene la dificultad de que permite ver menos gente el belén a la vez.

En caso de que se espere recibir visitas muy numerosas, quizá haya que ir a la planta alargada o incluso a la disposición circular en la que el belén queda exento y separado de las paredes y permite una visión a lo largo de todo su perímetro, es decir, dándole la vuelta.

Sea como fuere conviene siempre que el celaje salve los rincones de la estancia con curvaturas amplias para evitar que éste presente ángulos rectos o muy forzados.




PERFIL DEL BELÉN


La altura de la base del conjunto conviene situarla a unos 130 centímetros del suelo, con ello la aproximamos a la altura de la vista del espectador y con ello podemos conseguir que sienta la sensación de estar más integrado en el paisaje, quizá haya que poner algún banco o taburete para que los niños lleguen más cómodos a verlo.

Si en nuestro belén hemos planteado un nivel creciente hacia el fondo, es decir más alto cuanto más atrás, podemos dar mayor sensación de lejanía recortando la pendiente de las montañas en la parte que no se ve.

La ilusión óptica nos hará creer que las montañas tienen la misma inclinación en la parte posterior, lo que supondría mayor distancia real, pero que en realidad no existe.

En todo caso conviene dejar cierta separación entre las montañas más lejanas y el celaje, da mayor sensación de inmensidad del cielo y de lejanía.








EFECTOS DE LEJANÍA O PROFUNDIDAD


Podemos dar mayor sensación de profundidad y con ello de haber representado mayor zona de paisaje recurriendo a algún truco que provoque el engaño visual de parecer más profundo de lo que en realidad es nuestro belén.


Las casas y figuras deben ser más pequeñas cuanto más atrás las coloquemos.

Hemos dado ya algún consejo en este sentido y a parte de colocar figuritas más pequeñas cuanto más lejos las situemos, hemos de procurar que los colores del fondo, tanto de figuras como de casas y musgos sean menos llamativos, más pardos o grises. Las casas, que deben guardar proporción con las figuras deberán también ceñirse a esta regla de tamaño, más pequeñas y más sencillas cuanto más lejos las hayamos colocado.




PERSPECTIVA APLICADA AL BELÉN


El recurrir a efectos de perspectiva geométrica en belenes que permiten distintos y diversos puntos de vista es muy arriesgado ya que las deformaciones de alturas y líneas de profundidad que exige la perspectiva, solo parecen correctas cuando las vemos desde el llamado técnicamente Punto de vista (V) pero al cambiar de situación el espectador y con ello cambiar el punto de vista, pueden dar un efecto como de torcidas.

Como ejemplo mostraremos a continuación un pequeño poblado de casas ortoédricas, alineadas y dispuestas de forma paralela o perpendicular según las fachadas, a la línea inicial de base nuestro belén, respondería a la llamada perspectiva cónica frontal, en la que hay un único punto de fuga y al que debemos dirigir todas las líneas que apuntan hacia el fondo del belén.




Para conseguir este efecto de perspectiva, a las fachadas de las casas de la izquierda, por ejemplo, debemos darle la forma que le corresponde, siendo las verticales más pequeñas cuanto más hacia adentro las situemos y las horizontales que van hacia adentro deben estar dirigidas al punto P que es el llamado punto principal, debemos tener en cuenta que por ese punto P pasa la línea de horizonte que está a la altura de nuestros ojos o punto de vista que conoceremos por V. Si nos desplazamos a izquierda o derecha variamos nuestra situación y con ello el punto V, como consecuencia P cambiará de sitio ya que ambos los vemos superpuestos.



Esta es la forma real que deberíamos dar a las fachadas de la izquierda para conseguir un efecto correcto de perspectiva.

Si variamos nuestra situación con respecto al belén (V), como consecuencia ya hemos dicho que también variará P que es el punto al que irán dirigidas todas las líneas que van hacia el fondo.

Veremos a continuación el mismo poblado pero visto desde más alto, en ese caso P estará también más alto, es decir más separado de la línea inicial de base que técnicamente se llama línea de tierra.



En el caso de que las casas estén dispuestas de forma oblicua a la línea de tierra, las líneas que se dirigen hacia el fondo, podrán hacerlo hacia la izquierda o hacia la derecha, es decir hacia dos puntos de fuga distintos, es ese caso hablaríamos de perspectiva cónica oblicua, los demás elementos tienen las mismas funciones que en cónica frontal.

Mostramos a continuación otro poblado de casas dispuestas de forma oblicua a la línea de tierra, visto desde dos alturas distintas:

En este primer caso, el punto de vista está situado por encima de la altura de las casas.




El mismo poblado visto como a la altura del punto de vista de las figuritas. El que los puntos de fuga M y N estén tan próximos provoca esta visión un poco forzada, es consecuencia de que la distancia desde la que nos hemos situado a ver la escena es demasiado corta, es la llamada Distancia Principal.

Podría darse el caso de que las casas, unas estuvieran paralelas a la línea de tierra y otras oblicuas a la misma, entonces el planteamiento perspectivo sería una combinación de cónica frontal y de cónica oblicua de forma simultánea.



Las líneas que van hacia el fondo en las casa de la izquierda, se dirigen hacia P y en las casas de la derecha que están oblicuas respecto a la línea de tierra, sus líneas se dirigen hacia M o N que son los puntos de fuga en perspectiva cónica oblicua.

En cambio, cuando las posibilidades de variar el punto de vista son muy limitadas como es el caso de un diorama que se ve sólo por una pequeña ventana, se pueden aplicar conceptos de perspectiva y con ello dar sensación de mayor profundidad que la que realmente tiene.

Podríamos plantearlo como de perspectiva frontal u oblicua, pero en todo caso conviene situar la línea de horizonte a la altura en que el ojo del espectador se coloque a ver nuestro diorama.

Veremos a continuación una posibilidad. Un interior al que al aplicarle nociones perspectivas podríamos darle sensación de mayor profundidad. Observemos que las líneas de base de las paredes o muros también se dirigen hacia sus puntos de fuga correspondientes, ello indica que tanto el techo como el suelo deben abandonar la horizontalidad real en aras de una horizontalidad aparente, tanto el suelo como el techo deben dirigirse hacia la línea de horizonte.






En este otro dibujo vemos el mismo escenario del diorama pero preparado para que el espectador lo vea como desde más abajo, bien como si lo colocáramos más alto de lo normal o que el espectador se coloque más bajo de lo normal, lo correcto sería situar la línea de horizonte a la altura de la vista de las figuritas que coloquemos en primer término.







En este dibujo, presentamos el mismo diorama, en el que apreciamos en rojo el formato del "cajón". Las líneas verticales deben permanecer verticales y las horizontales fugan a M ó N según su dirección. Tanto el Plano horizontal de base (C) como el superior del techo (J) se dirigen hacia P que está situado en la Línea de Horizonte (recuérdese, a la altura de la vista del espectador). Si situamos ese punto P más próximo o más alejado, las inclinaciones de los referidos planos serán más o menos acusadas y puesto que P y los puntos de fuga M y N están en la misma línea, también las paredes tendrán más o menos inclinación.



Aplicación de perspectiva en un diorama de ambientación costumbrista (La bendición del belén en una casa de la huerta de Valencia. 1999).




POSIBILIDADES PLÁSTICAS PARA ACENTUAR LA PROFUNDIDAD


El efecto de profundidad conseguido por procedimientos geométricos (perspectiva), lo podemos complementar con una serie de aportaciones que favorezcan o aumenten dicho efecto.

Contraste. Una cosa que destaque mucho de su entorno nos da sensación de que está visualmente más próxima a nosotros, puede ser que destaque por su fuerte contraste de color o por la mayor intensidad de iluminación que reciba. Los colores más suaves y menos contrastados dan sensación de lejanía, así como la iluminación más tenue o azulada.

Superposición de planos. La subdivisión del espacio en planos paralelos a la línea de tierra favorece la idea de profundidad.





Atmósfera. Los elementos del primer término exigen un acabado muy minucioso, en cambio, en cuanto vayan alejando se en profundidad o en lateralidad, conviene difuminar la luz, los colores y las formas para dar sensación de que hay una cantidad de aire interpuesto entre nuestro punto de vista y el plano de profundidad en que fijemos la vista, mayor cuanto más alejado de nuestro ojo. Hay que favorecer la difusión o difuminado de todas las cosas mayormente cuanto más sensación de lejanía queramos darle, esta percepción ya fue utilizada por Leonardo da Vinci con su "sfumatto" y Velázquez con sus "atmósferas"; este pintor sevillano velaba o difuminaba las personas o partes del cuadro que tenían menor importancia a fin de destacar el motivo o tema principal.
 
Este artículo ha sido extraído del libro "Recreando la Palestina de hace 2000 años"
Propiedad de la Asociación de Belenistas de Valencia
Textos y dibujos: Sr. José Vicente Cifre Fornas
Diseño portada: Sr. Jaime Balado Muñoz

Para adquirir el libro, visite la web: http://www.abvalencia.com/
 
Copyright © 2006 - Arte Pesebre