PLANTEAMIENTOS PREVIOS
El primer problema con que nos enfrentamos es el sitio de ubicación y el
tamaño que nos permite el espacio disponible e incluso la forma que le daremos.
Un segundo problema será el tamaño y número de figuras y escenas con que podemos
contar. Pero sugerimos antes des un vistazo a estas reflexiones que
pueden ser útiles de cara a la mejor aceptación intelectual de nuestro belén por
parte de quienes vayan a verlo. Hay conceptos que podemos aplicar a
nuestro belén que no son perceptibles por el ojo humano pero que actúan sobre
el intelecto de las personas que se acerquen a contemplarlo provocando en ellos
sensaciones de agrado o rechazo, de sosiego o de intranquilidad. Si sabemos utilizar
estos recursos podemos sacar le mayor partido a nuestro belén, nos habremos planteado
nuevos retos y nuestro belén causará una mejor sensación positiva en el espectador.
LECTURA VISUAL
Cuando nos disponemos a ver algo: un escenario de teatro, una sala, un cuadro,
una ilustración en alguna revista o valla publicitaria, una página del periódico,
una falla o un belén, inconscientemente desplazamos nuestra mirada desde la izquierda
hacia la derecha y desde arriba hacia abajo. Es una costumbre que hemos
adquirido desde que empezamos a leer las primeras letras en la escuela.
Nuestra forma de ver cualquier ejemplo de los referidos es dar un primer golpe
de vista al espacio total o plano general para luego entrar en detalles y es entonces
cuando adoptamos el mismo sentido normal de leer un texto para "leer" en el caso
concreto, el belén que hemos ido a ver. Por ello, es entonces cuando
hemos de plantear nuestro belén pensando en cómo será "leído" por los espectadores
que se acerquen a verlo. Ante esta forma normal de lectura podemos plantearnos
varias posibilidades: a) Que lo más interesante esté al final de la lectura,
es decir hacia la derecha. Pensemos que en una mascletá o en un castillo de fuegos
artificiales, lo fuerte está hacia el final del espectáculo. b) Que lo
más importante lo situemos hacia el centro o quizá algo hacia la derecha, como
ejemplo podemos recordar que en un banquete, el plato fuerte viene tras las ensaladas
y los entrantes y antes del postre. c) Que la escena que consideramos
a destacar la pongamos hacia la izquierda. ¿Cómo reaccionaría el espectador ante
cada posibilidad? a) Para el primer caso, puesto que lo interesante
lo hemos puesto al final, puede quedarse el espectador con ganas de más, y como
no hay más, se vaya con la sensación de que falta algo. b) Segundo caso,
el interés va creciendo hasta llegar al punto culminante y desde él (recordemos
que estaba hacia el centro y un poco desplazado a la derecha) va decreciendo el
interés como buscando una tranquilidad anímica que puede resultar satisfactoria.
c) Al situar la escena-impacto nada más comenzar a leer, desde ese punto
empieza a descender el interés y si es mucho el recorrido todavía, puede parecer
demasiado largo para lo que aporta todo lo que queda por ver. Aún así,
puede uno plantearse situaciones atrevidas que pueden dar un resultado satisfactorio.
Pero hay más posibilidades de lectura: Lo mismo que en una
página del periódico, primero leemos los titulares más grandes para después seguir
leyendo los de menor tamaño, según la importancia-tamaño de los títulos que ha
querido dar el periodista, después nos quedaremos con la lectura de la noticia
o artículo que nos interese, así en un belén iremos fijándonos primero en las
escenas o zonas que destaquen más, bien por la importancia de la escena o bien
por la cantidad de luz que la ilumina. Aquí tenemos dos factores con
los que hay que contar: No destaca igual un grupo de pastores como el nacimiento
y el otro factor, recordemos, es cuánto hemos iluminado la escena. Si
el belén tiene cierta profundidad, lo normal es que al verlo, además de la lectura
de izquierda a derecha, ésta dirección se adopte a cierta distancia, es decir,
ni por el fondo, ni por la primera línea, con ello anotamos otro factor.
Si en una página o valla publicitaria hay muchas imágenes o rótulos para
anunciar el producto y si además tiene letra pequeña, el mensaje puede resultar
farragoso, lo que invita a "pasar" de leerlo todo, quedarnos leyendo algo y olvidarnos
de la letra pequeña. Así nuestro belén no debe estar sobrecargado de escenas importantes
o destacadas y si ponemos demasiada letra pequeña (demasiadas escenas complementarias
o de relleno) hemos de pensar que no serán "leídas" o estaremos dando un mensaje
demasiado recargado. Interesa que el mensaje visual procuremos que sea
claro, sencillo y escueto, es decir fácil de leer. Así nos evitaremos que haya
zonas que queden por leer o que sean leídas una a una, sin la visión de conjunto
necesaria. Las escenas que queramos destacar porque las consideremos
importantes, conviene espaciarlas o distanciarlas entre sí para no restar importancia
a ninguna de ellas.
COMPOSICIÓN Para disponer los volúmenes
o las escenas cuando montamos el belén, cuando imaginamos un paisaje o escenario
que luego iremos construyendo de alguna forma, la intuición nos guía para que
aquello que teníamos previamente en la mente quede lo más perfecto posible y a
nuestro gusto. De alguna forma hemos previsto no amontonar demasiadas
cosas en un lado, que la visión de las escenas tenga un orden lógico y una percepción
fácil, que no queden zonas de vacío y con todo ello sin darnos cuenta estamos
"componiendo" nuestro belén. Lo que referiremos aquí, serían las normas
fundamentales, luego cada uno podrá alterar a su gusto con algún atrevimiento
para buscar efectos nuevos o bien de acuerdo con el espacio disponible y los elementos
o figuras que tenga para el montaje. Cuando montamos el belén, hemos
dispuesto sobre un plano o plataforma toda una ambientación de un paisaje con
montañas, casas, quizá poblados, palmeras, río, muros, barrancos y otros detalles,
queda dispuesto así un escenario en el que faltarán los protagonistas que serán
esos actores inmóviles que son las figuritas. Todos seríamos capaces
de crear con los elementos disponibles ese cuadro en tres dimensiones que es nuestro
belén, pero si tenemos en cuenta algunos consejos podríamos mejorar la expresión
a través de un lenguaje visual más claro.
NOCIONES BÁSICAS DE COMPOSICIÓN La palabra en
sí significa "PONER CON" y se refiere a cómo disponemos las cosas entre sí y sobre
un plano o espacio buscando determinados efectos. En nuestro caso sería
el estudio de la disposición de volúmenes y puntos fuertes o importantes sobre
el espacio tridimensional de nuestro belén. Se suele hablar de EQUILIBRIO,
de COMPENSACIÓN DE MASAS, de PESO VISUAL... Si suponemos una MASA como
un volumen grande o una escena con un fuerte contraste lumínico, EQUILIBRIO sería
cuando con respecto a un eje central imaginario, una masa se compensa con la otra,
ya que el peso visual a ambos lados sería similar, es algo así como una balanza
equilibrada.
Simetría perfecta: los volúmenes se corresponden a ambos
lados de un eje central.
FORMA DE DISPONER LOS VOLÚMENES
Ante una composición totalmente simétrica como la anterior, podríamos
pensar en otra disposición de las masas, una de ellas de menor volumen, pero de
contornos muy marcados.
En este caso habría un equilibrio visual en el que se compensa
el volumen de la montaña con el juego de palmeras de la derecha.
Ejemplo de composición en zig-zag, se busca un equilibrio de
masas y en cierto modo se consigue. Composición
en diagonal
En este caso, si siguiéramos el orden normal de lectura
visual y suponiendo mayor altura del barranco en el fondo (A) y sentido decreciente
o de bajada hacia la izquierda, tendríamos la sensación de que el barranco viene
hacia atrás o nos daría la idea de que estamos subiendo el barranco con la mirada,
sería idóneo si en (A) colocáramos el nacimiento.
Sería más lógico que la bajada de desnivel del barranco
hacia el punto (B) lo tuviéramos en el sentido normal de lectura visual. Sería
idóneo poner una escena importante en el punto (B) que se vería reforzada en importancia
ya que sin darnos cuenta, la vista inconscientemente se nos va hacia (B).
Composición en escalera
Sería cuando preparamos un armazón de base con esa forma y disposición paralela
a la línea inicial de la base. Aunque disimuláramos muy bien con formas orográficas
los desniveles, esta composición nos daría cierta idea de exposición o escaparate
de figuras. Sería conveniente romper visualmente la estructura con algún barranco
oblicuo o perpendicular a la línea de tierra o buscar algún desnivel que rompa
la continuidad de los escalones.
Composición en Equis
Supone cierta simetría, los puntos (A), (B) pueden ser volúmenes montañosos
y los (C), (D) igualmente volúmenes de menor tamaño o escenas destacadas.
Composición en UVE Más que una variante sería
una combinación de simetría axial y composición en equis.
Hemos llamado composición en UVE por la similitud del volumen
general del belén con dicha letra.
Forma de cono o pirámide Mostramos
a continuación otra forma de disponer nuestro belén. En este caso se puede crear
un volumen único y central, da sensación de unidad pero es de dudosa resolución
tanto en los ángulos de fondo como en los primeros términos.
Forma concéntrica o de espiral
En el que centramos la atención en un punto importante,
quizá el nacimiento y el resto de las cosas (escenas, volúmenes, etc.) los disponemos
alrededor de ese punto fuerte, bien en forma concéntrica o en espiral, perdiendo
importancia de tratamiento (luz, color, textura, etc.) conforme se alejan de ese
punto central.
DESNIVEL DEL PAISAJE A partir de la base, generalmente
plana, conviene huir de un paisaje que dé excesiva idea de plano. Siempre conviene
aportarle un desnivel más o menos acentuado según el efecto que se busque y ese
desnivel puede serlo de varias formas:
Decreciente hacia el fondo Favorece la idea de lejanía
pero es de más difícil visión, ya que el primer término, más elevado, puede impedir
la apreciación de los términos posteriores.
Decreciente hacia la derecha y decreciente hacia la izquierda
En ambos casos habría que resolver la composición pensando en el mayor peso
visual que se acumula más en un lado que en otro. Si seguimos el orden
de lectura visual, parece más lógico ir subiendo el nivel conforme se va desplazando
la vista hacia la derecha. Creciente
hacia el fondo Favorece la visión general, es la forma
menos atrevida y más convencional de resolver un paisaje.
OTROS CONSEJOS
Conviene al plantear nuestro belén tener en cuenta el volumen general antes
de los detalles, o buscando símiles pictóricos, primero deberíamos plantear un
cuadro como conjunto antes de pensar en cómo resolver los detalles y con frecuencia
operamos al revés y debemos tener en cuenta que una composición en un sentido
o en otro puede llevar al espectador unas sensaciones o otras previas a la "lectura"
de cada una de las escenas. En otro orden de cosas, diremos que no es
estéticamente agradable el disponer alguna casa, montaña, palmera, río o accidente
geográfico que situemos cerca de la línea inicial, ponerlo paralelo ni a la propia
línea ni a las verticales que sostienen el celaje por delante. El variar ligeramente
el elemento en cuestión buscando cierta oblicuidad, favorece el agrado de la visión.
PLANTA DEL BELÉN Técnicamente se conoce como
planta a la visión de un cuerpo o volumen totalmente desde arriba, es lo que cinematográficamente
llamaríamos vista de pájaro y más próximo a nosotros llamaríamos espacio disponible
para montar nuestro belén. Cada uno se adaptará al espacio o lugar
disponible para ello, mostraremos varias posibilidades:
Alargada
En profundidad
En ángulo o rincón
En ELE
El más idóneo, si se pretende conseguir mayor efecto de profundidad, es el
segundo o al menos de planta cuadrada. Tiene la dificultad de que permite ver
menos gente el belén a la vez. En caso de que se espere recibir visitas
muy numerosas, quizá haya que ir a la planta alargada o incluso a la disposición
circular en la que el belén queda exento y separado de las paredes y permite una
visión a lo largo de todo su perímetro, es decir, dándole la vuelta.
Sea como fuere conviene siempre que el celaje salve los rincones de la estancia
con curvaturas amplias para evitar que éste presente ángulos rectos o muy forzados.
PERFIL DEL BELÉN La altura de la base del conjunto
conviene situarla a unos 130 centímetros del suelo, con ello la aproximamos a
la altura de la vista del espectador y con ello podemos conseguir que sienta la
sensación de estar más integrado en el paisaje, quizá haya que poner algún banco
o taburete para que los niños lleguen más cómodos a verlo. Si en nuestro
belén hemos planteado un nivel creciente hacia el fondo, es decir más alto cuanto
más atrás, podemos dar mayor sensación de lejanía recortando la pendiente de las
montañas en la parte que no se ve. La ilusión óptica nos hará creer
que las montañas tienen la misma inclinación en la parte posterior, lo que supondría
mayor distancia real, pero que en realidad no existe. En todo caso conviene
dejar cierta separación entre las montañas más lejanas y el celaje, da mayor sensación
de inmensidad del cielo y de lejanía.
EFECTOS
DE LEJANÍA O PROFUNDIDAD Podemos dar mayor sensación de profundidad
y con ello de haber representado mayor zona de paisaje recurriendo a algún truco
que provoque el engaño visual de parecer más profundo de lo que en realidad es
nuestro belén.
Las casas y figuras deben ser más pequeñas cuanto más atrás
las coloquemos. Hemos dado ya algún consejo en este sentido
y a parte de colocar figuritas más pequeñas cuanto más lejos las situemos, hemos
de procurar que los colores del fondo, tanto de figuras como de casas y musgos
sean menos llamativos, más pardos o grises. Las casas, que deben guardar proporción
con las figuras deberán también ceñirse a esta regla de tamaño, más pequeñas y
más sencillas cuanto más lejos las hayamos colocado.
PERSPECTIVA APLICADA AL BELÉN
El recurrir a efectos de perspectiva geométrica en belenes que permiten distintos
y diversos puntos de vista es muy arriesgado ya que las deformaciones de alturas
y líneas de profundidad que exige la perspectiva, solo parecen correctas cuando
las vemos desde el llamado técnicamente Punto de vista (V) pero al cambiar de
situación el espectador y con ello cambiar el punto de vista, pueden dar un efecto
como de torcidas. Como ejemplo mostraremos a continuación un pequeño
poblado de casas ortoédricas, alineadas y dispuestas de forma paralela o perpendicular
según las fachadas, a la línea inicial de base nuestro belén, respondería a la
llamada perspectiva cónica frontal, en la que hay un único punto de fuga y al
que debemos dirigir todas las líneas que apuntan hacia el fondo del belén.
Para conseguir este efecto de perspectiva, a las fachadas de las casas de
la izquierda, por ejemplo, debemos darle la forma que le corresponde, siendo las
verticales más pequeñas cuanto más hacia adentro las situemos y las horizontales
que van hacia adentro deben estar dirigidas al punto P que es el llamado punto
principal, debemos tener en cuenta que por ese punto P pasa la línea de horizonte
que está a la altura de nuestros ojos o punto de vista que conoceremos por V.
Si nos desplazamos a izquierda o derecha variamos nuestra situación y con ello
el punto V, como consecuencia P cambiará de sitio ya que ambos los vemos superpuestos.
Esta es la forma real que deberíamos dar a las fachadas
de la izquierda para conseguir un efecto correcto de perspectiva.
Si variamos nuestra situación con respecto al belén (V), como consecuencia ya
hemos dicho que también variará P que es el punto al que irán dirigidas todas
las líneas que van hacia el fondo. Veremos a continuación el mismo poblado
pero visto desde más alto, en ese caso P estará también más alto, es decir más
separado de la línea inicial de base que técnicamente se llama línea de tierra.
En el caso de que las casas estén dispuestas de forma oblicua a la línea
de tierra, las líneas que se dirigen hacia el fondo, podrán hacerlo hacia la izquierda
o hacia la derecha, es decir hacia dos puntos de fuga distintos, es ese caso hablaríamos
de perspectiva cónica oblicua, los demás elementos tienen las mismas funciones
que en cónica frontal. Mostramos a continuación otro poblado de casas
dispuestas de forma oblicua a la línea de tierra, visto desde dos alturas distintas:
En este primer caso, el punto de vista está situado por encima de la
altura de las casas.
El mismo poblado visto como a la altura del punto de vista
de las figuritas. El que los puntos de fuga M y N estén tan próximos provoca esta
visión un poco forzada, es consecuencia de que la distancia desde la que nos hemos
situado a ver la escena es demasiado corta, es la llamada Distancia Principal.
Podría darse el caso de que las casas, unas estuvieran paralelas
a la línea de tierra y otras oblicuas a la misma, entonces el planteamiento perspectivo
sería una combinación de cónica frontal y de cónica oblicua de forma simultánea.
Las líneas que van hacia el fondo en las casa de la izquierda,
se dirigen hacia P y en las casas de la derecha que están oblicuas respecto a
la línea de tierra, sus líneas se dirigen hacia M o N que son los puntos de fuga
en perspectiva cónica oblicua. En cambio, cuando las posibilidades
de variar el punto de vista son muy limitadas como es el caso de un diorama que
se ve sólo por una pequeña ventana, se pueden aplicar conceptos de perspectiva
y con ello dar sensación de mayor profundidad que la que realmente tiene.
Podríamos plantearlo como de perspectiva frontal u oblicua, pero en todo
caso conviene situar la línea de horizonte a la altura en que el ojo del espectador
se coloque a ver nuestro diorama.
Veremos a continuación una posibilidad.
Un interior al que al aplicarle nociones perspectivas podríamos darle sensación
de mayor profundidad. Observemos que las líneas de base de las paredes o muros
también se dirigen hacia sus puntos de fuga correspondientes, ello indica que
tanto el techo como el suelo deben abandonar la horizontalidad real en aras de
una horizontalidad aparente, tanto el suelo como el techo deben dirigirse hacia
la línea de horizonte.
En
este otro dibujo vemos el mismo escenario del diorama pero preparado para que
el espectador lo vea como desde más abajo, bien como si lo colocáramos más alto
de lo normal o que el espectador se coloque más bajo de lo normal, lo correcto
sería situar la línea de horizonte a la altura de la vista de las figuritas que
coloquemos en primer término.
En este dibujo, presentamos el mismo diorama, en el que
apreciamos en rojo el formato del "cajón". Las líneas verticales deben permanecer
verticales y las horizontales fugan a M ó N según su dirección. Tanto el Plano
horizontal de base (C) como el superior del techo (J) se dirigen hacia P que está
situado en la Línea de Horizonte (recuérdese, a la altura de la vista del espectador).
Si situamos ese punto P más próximo o más alejado, las inclinaciones de los referidos
planos serán más o menos acusadas y puesto que P y los puntos de fuga M y N están
en la misma línea, también las paredes tendrán más o menos inclinación.
Aplicación de perspectiva en un diorama de ambientación costumbrista
(La bendición del belén en una casa de la huerta de Valencia. 1999).
POSIBILIDADES PLÁSTICAS
PARA ACENTUAR LA PROFUNDIDAD El efecto de profundidad conseguido
por procedimientos geométricos (perspectiva), lo podemos complementar con una
serie de aportaciones que favorezcan o aumenten dicho efecto. Contraste.
Una cosa que destaque mucho de su entorno nos da sensación de que está
visualmente más próxima a nosotros, puede ser que destaque por su fuerte contraste
de color o por la mayor intensidad de iluminación que reciba. Los colores más
suaves y menos contrastados dan sensación de lejanía, así como la iluminación
más tenue o azulada. Superposición de planos. La
subdivisión del espacio en planos paralelos a la línea de tierra favorece la idea
de profundidad.
Atmósfera. Los
elementos del primer término exigen un acabado muy minucioso, en cambio, en cuanto
vayan alejando se en profundidad o en lateralidad, conviene difuminar la luz,
los colores y las formas para dar sensación de que hay una cantidad de aire interpuesto
entre nuestro punto de vista y el plano de profundidad en que fijemos la vista,
mayor cuanto más alejado de nuestro ojo. Hay que favorecer la difusión o difuminado
de todas las cosas mayormente cuanto más sensación de lejanía queramos darle,
esta percepción ya fue utilizada por Leonardo da Vinci con su "sfumatto" y Velázquez
con sus "atmósferas"; este pintor sevillano velaba o difuminaba las personas o
partes del cuadro que tenían menor importancia a fin de destacar el motivo o tema
principal. |